El inicio de la
esquizofrenia se produce de manera característica durante la adolescencia e
incluso en la infancia o al inicio de la edad adulta. En los varones, la edad
de inicio más frecuente es a comienzos de la tercera década de la vida,
mientras que en las mujeres lo es a finales de la tercera década y comienzos de
la cuarta. La mayor parte de los pacientes alternan los episodios psicóticos
agudos con fases estables de remisión total o parcial. Son frecuentes los
síntomas entre los episodios. Esta enfermedad que habitualmente es de tipo crónico,
puede caracterizarse por: aguda, fase de estabilización y fase estable que se
fusionan unas con otras sin que existan unos límites claros y absolutos entre
ellas. (García-Sancho, 2003) Primer episodio: El
primer episodio puede ser algo brusco pero los síntomas se van dando poco a
poco con un desarrollo lento y gradual, se dan síntomas como (retraimiento social,
pérdida de intereses en la escuela o el trabajo, deterioro de la higiene y
cuidado personal, enfado e irritabilidad. Fase
aguda: Durante esta fase los
pacientes presentan síntomas psicóticos muy graves ya sean delirios y/o
alucinaciones acompañado de un pensamiento gravemente desorganizado, no son
capaces de cuidar de sí mismos de forma apropiada, siempre haciéndose daño, por
lo cual los síntomas negativos que presenta un esquizofrénico tienden a ser más
agudos. Fase de Estabilización]: Durante
dicha fase se reduce la intensidad de otros síntomas la duración de dicha fase
puede variar, ya sean 6 meses o más, después del inicio de un episodio agudo. Fase estable: En esta faso los síntomas
son más estables y, en el caso de que los haya casi siempre son no tan graves
que como lo hablamos en la fase aguda. Dicho paciente puede estar
asintomáticos, otros pacientes pueden no presentar síntomas psicóticos hablamos
de tensión, ansiedad, depresión o insomnio. Como ya hablamos hay diferentes
fases que puede presentarse en un paciente con esquizofrenia.
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